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La Reserva de Paracas en peligro, otra vez

El gremio pesquero pretende ingresar su flota a la Reserva

¨Al pobre le faltan muchas cosas; al avaro todas¨. Pubilio Siro.  

Manuel Bartra

Publicado: 2024-03-23

Nuestra emblemática Reserva Nacional de Paracas (RNP) está nuevamente en jaque. Esta vez los responsables son las empresas pesqueras que integran la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), bajo la dirección de Eduardo Ferreyros (ex ministro de García y de PPK).

Como nunca antes se ha hecho, la SNP solicitó al SERNANP los autorice para realizar pesca industrial dentro del área natural protegida de la RNP. Sin embargo, a finales del 2023, nuestra autoridad denegó dicha solicitud, recordándoles que la ley prohíbe expresamente ¨la extracción de mayor escala, ya sea marina o continental, dentro de las Áreas Naturales Protegidas, cualquiera sea su nivel¨ (art. 112.5 del D.S. 038-2001-AG).

El SERNANP también le precisó a la SNP que -históricamente- sólo se tiene registro de pesca artesanal en la RNP, toda vez que -como la lógica y el derecho internacional establecen- la pesca industrial es una actividad incompatible en una reserva nacional, cuya función es -precisamente- conservar un ecosistema sensible y privilegiado.

De hecho, es sabido que Paracas posee un microclima marino óptimo para la afloración de microorganismos vitales, como el plancton y el fitoplancton, que convierten su mar en uno de los más ricos del planeta.

Se estima que en la RNP habitan cerca de 220 especies distintas de peces, 36 de mamíferos, 10 de reptiles y 220 de aves. Todo esto incluye pingüinos, lobos marinos, nutrias, delfines, tiburones, rayas, tortugas verdes y cetáceos de hasta 20 variedades, incluyendo ballenas jorobadas, cachalotes y orcas que transitan su mar protegido.

Por todo esto, el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB, por sus siglas en inglés) considera a Paracas como un Área Marina Ecológica o Biológicamente Significativa (EBSA, por sus siglas en inglés) y sus humedales se encuentran registrados en el Convenio Internacional RAMSAR. Es decir, la RNP no sólo es un tesoro ecológico nacional, sino que su relevancia trasciende nuestras fronteras.

Un lugar tan especial y emblemático para la historia del Perú, tanto por el legado del arte textil de la cultura prehispánica Paracas que allí mismo floreció, como por haber sido el escenario donde nuestro libertador Jose de San Martín desembarcó y concibió nuestra bandera nacional, debería estar siendo promovido por el Estado como patrimonio mundial ante la UNESCO, pues atributos -tanto naturales como culturales- le sobran para ello.

Sin embargo, en lugar de ello, el gremio pesquero pretende que el Estado revierta judicialmente la denegatoria del SERNANP y les permitan ingresar al mar de la reserva para extraer, sino saquear sus recursos marinos, degradando y contaminando -quizás irreversiblemente- su ecosistema.

Aunque el titular de la SNP, Eduardo Ferreyros, ha declarado que la pesca industrial que se realiza desde la milla 5 (es decir, excluyendo la zona especial para pesca artesanal) no hace daño y que debería escucharse la voz de los científicos; precisamente, una pluralidad de biólogos han atenido su pedido y han suscrito un comunicado público en el que lo desmienten categóricamente.

Como bien le aclaran, ¨la conectividad de los sistemas marino-costero (…) se da a través de la migración de las especies, las corrientes marinas y el comportamiento extremadamente dinámico de estos ecosistemas.¨ De modo que la pesca industrial no sólo impacta en un ¨punto geográfico en específico, sino que puede tener consecuencias en áreas adyacentes e incluso lejanas

Queda claro que todo tiene límites, incluyendo el afán de lucro y la pesca industrial. La costa del país -de más de 2 mil kilómetros de largo- está a su disposición. La única limitación son las pocas áreas naturales protegidas, como la RNP, pues sirven como refugios temporales para que diversas especies se nutran y se reproduzcan. Se trata de santuarios naturales que el Estado se obliga legalmente a proteger.

No obstante, la angurria que viene mostrando la SNP por ingresar a la propia RNP es escandalosa. Su codicia voraz los empuja a forzar la ley para que, en lo sucesivo, las áreas naturales protegidas ya no estén realmente protegidas, sino que queden a merced de su flota industrial. Por ello, no sólo la RNP está en peligro sino también el resto de las áreas protegidas del país.

Al respecto circula una petición ciudadana que viene recabando firmas virtuales para que los ciudadanos hagamos sentir nuestra voz de rechazo, sino repudio, a lo que está intentando hacer la SNP. Para los interesados en sumarse pueden ingresar aquí.

Felizmente, distintos sectores -entre biólogos, ambientalistas, pescadores artesanales, organizaciones ecologistas y ciudadanos- se están organizando para vigilar que el Poder Judicial rechace la demanda de la SNP y así haga respetar nuestras áreas protegidas. También se viene impulsando en el Congreso iniciativas para reforzar nuestra normativa y bloquear que la mala industria amenace nuevamente nuestros santuarios.


Escrito por

Manuel Bartra

Abogado especializado en derecho animal


Publicado en

manuelbartra

Abogado laboralista especializado en gestión humana con enfoque de género.